Arte Boliviano
Bolivia fue fundada sobre el territorio que pertenecía a la
Audiencia de Charcas. Hasta 1776, Charcas formó parte del Virreinato del Perú,
antes de ser anexada al Virreinato de Buenos Aires. Sus expresiones culturales
y artísticas están ligadas a las regiones andinas; a fines del siglo XVIII,
Charcas se transformó en un centro intelectual muy importante para las regiones
meridionales, en razón particularmente de la existencia de la Universidad San
Francisco Xavier en la ciudad de La Plata (hoy día Sucre).
Del siglo XVI al XVIII,
Charcas, al igual que los otros Virreinatos, recibió todo tipo de influencias
artísticas, reflejando las tendencias del Occidente, en particular los estilos
manierista, barroco y neoclásico.
El manierismo apareció
alrededor de 1590, con la llegada de varios pintores italianos
impregnados de las ideas de Zuccari, del arte de Vasari y de la influencia
tardía de Miguel Angel. Anteriormente, el manierismo estaba presente por
intermedio de grabados flamencos e hispano - flamencos: pequeñas obras de arte,
fácilmente transportables, introducidas por los primeros conquistadores y que
todavía se pueden encontrar en nuestros museos. De acuerdo a nuestros
conocimientos actuales, ninguna influencia indígena puede ser detectada en las
pinturas de este primer periodo. Sin embargo, a fines del siglo XVI, Guamán
Poma y otros españoles arcaizantes como Diego de Ocaña, establecieron un estilo
caracterizado por cierto planismo e ingen uidad, que se mantendría durante
todo el periodo del Virreinato.
Bolivia tiene una gran diversidad de expresiones culturales a lo
largo de todo el territorio, existe una variedad de danzas folclóricas que
demuestran nuestra diversidad cultural. Muestra de esto es el Carnaval de
Oruro, "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la
Humanidad" (UNESCO), la Fiesta del Gran Poder y las entradas
folclóricas universitarias y religiosas en las grandes ciudades y
regiones del país. A través del tiempo los bolivianos y bolivianas han sabido
valorar la diversidad cultural y asumen la identidad del país.
La mayor
expresión del Folclore universal, aunque para muchos ha sido erróneamente
catalogada como Música andina, la representación de la música boliviana, se
convierte en una representación única en el mundo entero, y que va muy ligada
con la danza "expresiva" que recoge un estilo de vida y un alto
relieve cultural.
Dentro
de este contexto la música boliviana se ha enriquecido, gracias a artistas muy
reconocidos a nivel mundial como Alfredo Domínguez, Nilo Soruco, Fernando
Daniel Fernandez Sonaglia, Gladis Moreno, Willy Alfaro, Enriqueta Ulloa, Los
Jairas, Los Kjarkas, El Trio Oriental, Savia Andina, Llajtaymanta, Juan Enrique
Jurado, Los Canarios del Chaco, Yalo Cuellar, Grupo Andino, Jach'a Mallku,
Rumillajta, Piraí Vaca entre otros que han llevado a la expresión del folklore
boliviano a lo más alto.
La
música Boliviana varia según la región,o religion siendo mas alegre en los
valles y el oriente del país.
Al rededor de
60 platos forman parte de la gastronomía típica Boliviana. Según Óscar Mora y
José María Arauz, chefs de trayectoria, coinciden que la variedad de la cocina
boliviana está dada por la diversidad geográfica y climática, donde, según la
región, consta de distintos tipos de alimentos así como de condimentos.
El mejor
sabor. Bolivia se identifica en el mapa turístico internacional como un destino
exótico, rico en tradiciones gastronómicas. Según Mora, chef y profesor de
Bolivia Gourmet, en el país. Cada uno de los platillos tiene distintos toques
gracias a la variada producción agrícola de cada región. “La base de la
alimentación del oriente es la yuca, el maíz, camote y frijoles, a diferencia
del occidente que se caracteriza por la papa, el chuño y otros tubérculos”.
Pese a que el
oriente boliviano es el mayor referente vacuno, los platos típicos más
representativos son el Majao, Locro carretero, Pacumuto y la Sopa de maní.
Entre tanto,
Arauz dice que si bien el Chicharrón, el Lechón, el Majao y otras delicias
bolivianas sobresalen de la gastronomía, también existen otros platos que la
gente desconoce como el Locoto relleno, el Pastel de quinua, Pejtu de habas o
el Chicharrón de surubí.
“La
gastronomía tradicional boliviana es amplia; sin embargo, se pueden crear
muchas más comidas con la fusión de ingredientes típicos de cada región”,
detalla Arauz.
Es una expresión rica gracias a la variedad de
culturas existentes en este país. En el altiplano, la música es
melancólica, como si hablara de tristezas pero con una carga tradicional
enorme; mientras que en el valle y el oriente del país, los ritmos son
alegres y expresivos. De igual manera, estas características se hacen visibles
en sus pobladores, la gente andina es menos expresiva que la gente oriental,
aunque consigo llevan la carga cultural innegable de cualquier boliviano: su
riqueza tradicional, aún latente, a pesar del paso de los años y de las
influencias extranjeras a las que está expuesta.